Hasta hace mucho no había mucha discusión ni dilema respecto a elegir ponerse corbata o pajarita. De hecho, la corbata le tiene ganada la batalla a la pajarita desde hace bastante más tiempo, porque se consideraba que el otro estilo de lazo estaba pasado de moda o limitado a ocasiones muy concretas. Las circunstancias han cambiado y a nuevos tiempos, nuevas costumbres, de modo que la pajarita se está incorporando progresivamente al estilo más cotidiano, resurgiendo las dudas.
Saber buscar las mejores ocasiones para lucir pajarita en lugar de corbata
La elección entre corbata o pajarita ya no se limita a ciertos eventos y ocasiones especiales y ceremonias. Si así fuera, la pajarita vencería clásicamente en los acontecimientos que hacen del esmoquin la vestimenta correcta. Lo cierto es que en los eventos sociales, como bautizos o comuniones, la pajarita está irrumpiendo con fuerza para quebrar esa especie de unanimidad que existía sobre la conveniencia de llevar corbata. La originalidad que aporta la pajarita, frente al inmovilismo de tantos años de corbata, hace que cada vez se vean más en las fiestas que tienen lugar por la noche, sean bodas o cenas elegantes y, por supuesto, son un clásico muy apropiado para las fiestas que se celebran durante la Navidad.
Momentos en los que la corbata sigue dominando a la pajarita
No obstante, la corbata sigue siendo el complemento elegante por excelencia, especialmente en el mundo de los negocios, aunque algunos profesionales empiecen a apostar por la pajarita. Así, la disyuntiva entre corbata o pajarita cae claramente del lado de la primera cuando se trate de importantes reuniones de trabajo, cerrar algún negocio o mantener una primera reunión con un cliente, puesto que sigue aportando una imagen más formal y seria. En las reuniones y fiestas sociales, la corbata sigue siendo muy apreciada, especialmente para personas que no están dispuestas a afrontar muchos riesgos con su vestuario y les aterran un poco los cambios y los efectos que puedan tener sobre los demás. Así y a pesar de la irrupción de nuevas modas, la corbata sigue siendo un útil comodín para todo tipo de fiestas que no sean muy formales ni de mucha pompa y el complemento ideal para todo tipo de ceremonias. Siempre y cuando no se vista un esmoquin y no se lleve con ella una camisa de marca corta, claro.