Dejar de fumar, apuntarse a un gimnasio, ponerse a dieta / adelgazar, estudiar o aprender inglés, entre otros, suelen ser los clásicos propósitos que la mayoría de los mortales nos proponemos cada año. Sin embargo, en la primera semana ya much@s lanzan la toalla. La falta de constancia y los objetivos poco realistas acaban generando resultados frustrados.
¿Cómo cambiar la historia de todos los años? El ser humano es un animal de costumbres, así que se trata de convertir nuestro propósito en una costumbre, algo que hagamos sin pensar y que incluso nos haga estar incómodos si un día no podemos hacerlo, como nos pasa cuando no podemos ducharnos o lavarnos los dientes. Si nos tomamos las cosas como una obligación, no las haremos o acabaremos dejándolo en cualquier momento. Así, pues, no se trata de fuerza de voluntad, sino de cambiar hábitos.
Convertir los propósitos en hábitos
De uno en uno: Si intentas dejar de fumar, aprender chino y acostarte antes, no harás ninguna de las tres cosas. En lugar de eso, céntrate en uno de los objetivos, y cuando lo hayas conseguido ve a por el siguiente.
Empieza por lo más fácil: A lo mejor pasar de no hacer deporte a hacer una hora al día es excesivo. Plantéate una meta que puedas cumplir, incluso que creas que será demasiado fácil, como hacer diez minutos al día. De este modo, la sensación de triunfo que tengas al conseguirlo te hará más fácil abordar el siguiente objetivo.
Plantéate una meta a 30 días: Cualquier objetivo, si te lo planteas para toda la vida, puede ser intimidador. Es mejor plantearte un horizonte de un mes. Dejar de fumar durante un mes, o hacer deporte durante un mes, o dormir más durante un mes son retos más asumibles. El truco está en que es un tiempo suficiente como para desarrollar el hábito, y después será muy fácil continuar con él. ¿Esto es engañarte a ti mismo? Pues sí, pero funciona.
Plantea un objetivo medible: Tu objetivo no puede ser “hacer más deporte” o “beber menos”. Eso es muy difícil de medir, y es muy fácil engañarte a ti mismo con su cumplimiento. Es preferible “hacer 10 minutos de deporte” o “beber 2 cervezas en lugar de 5”. De este modo sabes perfectamente si lo estás cumpliendo o no.
Haz público tu objetivo: Uno de los trucos más eficaces para cumplir nuestro objetivo es darle publicidad. La presión de mostrar ante otros que hemos fracasado es uno de los mejores acicates para animarnos a cumplir. Así que escribe tu objetivo en tu blog o, mejor, explícalo a tu familia y amigos. Si ya antes de empezar no te atreves a hacer esto por el miedo al ridículo si fracasas es porque no te lo planteas en serio.
Crea una rutina: Plantéate un momento del día y una situación para cumplir con tu objetivo. Por ejemplo, para hacer deporte puede ser una buena hora el comienzo de la mañana, o por la tarde al volver del trabajo. Lo ideal es hacerlo justo después de un hábito que ya tengas establecido, como lavarte los dientes, de manera que este nuevo hábito se convierta en parte de la rutina que tienes al despertarte, al llegar a casa o antes de acostarte. Recuerda que el objetivo es conseguir convertirlo en costumbre, en algo que haces sin pensar.
Cambia un hábito negativo por otro positivo: Uno de los problemas con hábitos como es el de fumar es que dejarlos crea un vacío. No es sólo la adición a la nicotina, sino el condicionamiento que te ha programado para encender un cigarro y tenerlo en la mano en determinadas situaciones (estrés laboral, situación personal delicada, nervios, etc). En lugar de suprimir directamente el hábito intenta cambiarlo en esas situaciones por otro positivo, o al menos neutro. Por ejemplo, masticar un chicle o jugar con un objeto pequeño si tu problema es que tienes que tener algo en la mano. Insiste aunque algún día falles.
Que sepas que no pasa nada si un día fracasas en tu objetivo. Puedes estar enferm@ o surgir un imprevisto. Pero no dejes que pasen varios días seguidos sin insistir en el hábito, o no conseguirás desarrollarlo.
Si en un mes no has conseguido establecer el nuevo hábito, puede ser que hayas sido demasiado ambicios@, o que debas cambiar otras cosas en tu vida antes de plantearte ese objetivo. O que simplemente ese objetivo no sea alcanzable para ti. No puedes pensar en correr una maratón en un mes si llevas diez años sin hacer ningún deporte. Y no puedes pensar en aprender a tocar el violín si no sabes ni lo que es una partitura.
Cuando consigas un objetivo, pasa al siguiente: Si llevas 30 días creando un hábito, ya es fácil dejarse llevar y mantenerlo. Ahora intenta con el siguiente. Puede ser aumentar la intensidad del conseguido (pasar de 10 minutos al día de deporte a 20, levantarte 30 minutos antes en lugar de 15) o intentarlo con uno nuevo.
Consejos express
- Dejar de fumar: si no puedes dejarlo de golpe, al menos reduce la cantidad.
- Perder peso: no existen las dietas milagrosas. Si has ganado unos quilitos de más (entre 2 y 4 se suelen ganar estas fechas) lo mejor ahora es ‘desintoxicarse’, comer más fruta y verdura y beber mucha agua. Luego, empezar a reducir fritos y bollería. Por lo demás, comer de todo y de forma moderada, no llenarse el plato y comer tranquilamente, masticando adecuadamente. Además, nunca ir a hacer la compra con el estómago lleno lo que evitará que compremos por impulso caprichos y alimentos poco saludables del que seguro nos arrepentiremos.
- Saber más: muchas personas se quejan y arrepienten de no haber estudiado una carrera, pero muchas veces el haber ido a la universidad no nos hace más listos o inteligentes, sino el simple hecho de estar interesado por la actualidad. Basta con interesarse por los temas, preguntar y escuchar a los demás.
Hay que encontrar el término medio: ni rendirse a las primeras de cambio ni flagelarse por lo no conseguido. Muchas veces pensamos en lo que queremos ser o a dónde queremos estar y nos olvidamos de vivir el presente para convertirnos en un@s frustrad@s permanentes. Por poco que consigamos cada día, ya habremos conseguido mucho.
Campaña en Youtube
YouTube ha anunciado una campaña destinada a que los usuarios publiquen vídeos en su servicio comentando sus promesas para año nuevo. La compañía asegura que puede ser una forma de compartir con los contactos los propósitos para el próximo año y una forma de “obligarse” a cumplirlos.
De esta forma, l@s usuari@s podrán compartir con sus contactos sus objetivos y, además, estarán en la web, de forma que podrán volver a consultarnos en los momentos de flaqueza en los que estén pensando en abandonarlos.
Para compartir los vídeos, l@s usuari@s pueden usar un ‘hashtag’ creado para ello. Se trata de #awesome2012, donde miles de usuari@s comentan sus propósitos para este 2012. Los cinco más originales serán destacados en la página web de YouTube.
Para más información: Blog de YouTube