Las vacaciones de navidad son una época para reuniones familiares y con amigos, para disfrutar de buena compañía y para dejarnos llevar por el niño que llevamos dentro. Todos encontramos el momento para hablar de nuestros recuerdos de las fiestas, cuando éramos niños disfrutábamos mucho más de todos los días de especiales. Por eso es importante pensar en los niños a la hora de organizar las cenas, comidas y, en general, los días de fiesta. Los niños viven estas fechas intensamente y en el futuro recordarán todo lo que hagamos con ellos durante estos días. Las fiestas infantiles en fin de año son la mejor forma de que disfruten, tengan su propio cotillón y creen recuerdos que les acompañen toda la vida.
Decora la mesa infantil
Muchas veces nos olvidamos de la decoración de la mesa para los niños. Nos centramos en el mantel y la vajilla de los adultos y sentamos a los niños a una mesa igual que la de todos los días. Para que se sienten con más ganas a comer y sientan que ellos también forman parte de las fiestas de Navidad es muy importante decorar bien la mesa.
Un mantel de colores llamativos y decorado con uvas, copos de nieve, estrellas y árboles de Navidad seguro que les llama la atención. Las combinaciones en rojo, verde y blanco suelen dar muy buenos resultados. En cuanto a la vajilla, si no quieres que los niños estropeen tus mejores platos, puedes comprarlos de plástico o papel y con motivos navideños, así matarás dos pájaros de un tiro.
Piensa bien el menú
Los niños no siempre comen igual que los adultos y muchas veces no les gusta el menú principal, pero este no es motivo para que se tengan que conformar con comer igual que todos los días. Es importante pensar en un menú festivo que les guste para que ellos también puedan disfrutar del día de fiesta.
Para los entrantes puedes elegir empanadillas de verdura, jamón y queso, croquetas, calamares a la romana, langostinos a la plancha y huevos rellenos de champiñones o de cualquier otra cosa que les guste mucho. El plato principal puede ser de carne o pescado, dependiendo de lo que más les guste a los niños, y se puede elegir entre chuletillas de cordero, hamburguesas de merluza, chipirones rellenos o pavo asado. Para los niños más especiales siempre se puede optar por la pasta que tanto les gusta, los canelones de salmón y guisantes suelen ser un acierto. Y de postre no pueden faltar el turrón y el mazapán acompañados de tortitas de chocolate.
Canciones y bailes
Las canciones son un clásico fin de fiesta para los niños. Coger la pandereta y el triángulo y organizar un recital para que los adultos disfruten es lo que más les gusta los días de fiesta. Deja que canten y bailen hasta que se cansen y relaja un poco las normas y los horarios para acostarse.